El hotel azul

28 de mayo de 2007

El autor es Stephen Crane, su obra gira en torno a la guerra, el alcoholismo, la prostitución y la vida de los barrios bajos. Este narrador norteamericano empezó escribiendo colaboraciones periodísticas en Nueva York. Se convirtió en corresponsal de guerra después de que el realismo y la crudeza de su novela La roja insignia del valor atrajese a muchos lectores. Luego residió en Inglaterra y murió en un sanatorio de la selva negra.

En el hotel azul, alguien parece haberse vuelto loco: piensa que todos quieren matarlo, y no esta tan loco, ya que finalmente si muere, realmente es una historia común y corriente, no tiene nada notable, con una sola excepción, un párrafo al final del libro que dice así:

-Diversión o no -dijo el tipo del Este-, Johnnie hacía trampas. Le vi. Lo sé. Le vi. Y me negué a levantarme y ser un hombre. Dejé que el sueco se peleara solo. Y tú... tú no estabas más que jadeando en aquel sitio con ganas de pelea. ¡Hasta el mismo Scully! ¡Todos fuimos cómplices! Este pobre jugador ni siquiera es un nombre. Es una especie de adverbio. Cada pecado es el resultado de una colaboración. Nosotros cinco hemos colaborado en el asesinato de aquel sueco. En general hay entre doce y cuarenta personas implicadas en cada asesinato. Pero en este caso parece haber tan solo cinco: Tú, yo, Johnnie, el viejo Scully; y aquel tonto de jugador con mala pata, sólo llegó como la culminación, el clímax de un movimiento humano, y a el se le castiga...

No se que pensar con eso de que los pecados se hacen de la colaboración, nada más de imaginarme aparte de los que yo he hecho... en cuantos habré contribuido? :S

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